miércoles, 18 de octubre de 2017

Imhotep el primer medico

Imhotep, el primer médico

Al erudito egipcio que se convirtió el Dios se le puede atribuir el título del primer médico documentado de la historia. 

 

    Fue, en su tiempo, lo que hoy denominaríamos como un científico; médico, astrónomo y arquitecto egipcio. Habría nacido en Menfis, aproximadamente en el 2690 a.C. y murió en el 2910 a.C. Fue también una de las pocas personas notables que ha sido divinizada por más de una cultura. Se le atribuyen también amplios conocimientos en aritmética y geometría. Su nombre significa “el que viene en paz”.


   Obtuvo títulos de arquitecto y médico egipcio del rey Djeser o Zoser, de la III dinastía egipcia. Su origen era plebeyo y era hijo de un arquitecto. Llegó a alcanzar, gracias a su valía personal, un significativo puesto en la Corte real, y llegó a actuar como consejero personal del rey a plena satisfacción de aquél. Entre sus ostentosos títulos, tuvo además los de Canciller del Bajo Egipto, Príncipe real, Juez principal, Sumo sacerdote de Heliópolis, Jefe de los trabajos públicos, Carpintero y Albañil real. Cabe agregar también que, antes de él, nadie había tenido su nombre inscrito al lado del de un faraón.



   Como arquitecto, se le atribuye la construcción del complejo funerario de Saqqara para el rey Djeser; en el ámbito de la medicina, es conocido como el fundador del acto médico egipcio, logrando el inicio de la separación entre religión, magia y elementos empíricos. Imhotep aseguraba que el pulso era un índice del corazón y que representaba la condición del enfermo. También se le atribuye la autoría del papiro de Smith, considerado el primer manual quirúrgico de la historia (aunque este texto puede haber sido escrito posterior a él con añadidos de otros médicos). Prácticamente en el padre que sentó las bases primarias de la medicina moderna.

    Como arquitecto, se le atribuye la construcción del complejo funerario de Saqqara para el rey Djeser; en el ámbito de la medicina, es conocido como el fundador del acto médico egipcio, logrando el inicio de la separación entre religión, magia y elementos empíricos. Imhotep aseguraba que el pulso era un índice del corazón y que representaba la condición del enfermo. También se le atribuye la autoría del papiro de Smith, considerado el primer manual quirúrgico de la historia (aunque este texto puede haber sido escrito posterior a él con añadidos de otros médicos). Prácticamente en el padre que sentó las bases primarias de la medicina moderna.

    Tras su muerte, Imhotep fue reconocido como el dios de la medicina y sabiduría y le fueron consagrados muchos templos. Posteriormente, los griegos lo conocieron como Asclepios y los romanos como Esculapio. Estas adaptaciones religiosas entre culturas aún crean impacto en nuestra sociedad, ya que el símbolo que representa la conocida vara de esculapio es actualmente reconocida como un signo internacional que refiere al ámbito médico.

    A pesar de que su vida ha sido prácticamente desconocida para nosotros, aún llegan a nosotros frases célebres supuestamente escritas por él, como por ejemplo: “muchas veces las enfermedades son del alma y no del cuerpo, que si das consuelo, amor respeto, tolerancia, una caricia, un beso, también podrás curar”.

Redactado por Álvaro Gatica para medicinaapuntes.blogspot.cl

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