miércoles, 18 de octubre de 2017

Lepra y pérdida de dedos: Desmitificación anecdótica.

La lepra y pérdida de dedos: Desmitificación anecdótica.

La histórica anéctoda de la investigación que llevó a la desmitificación, o al menos a una explicación.


lepra Plena mitad del siglo XX y la medicina tradicional aún era tajante en aseverar que la pérdida de ortejos era inherente a la atrofia muscular producida por la lepra. La explicación convencía a todos los miembros de la comunidad científica de la época. Todos menos a uno: el médico inglés Paul Brand.

Era el año 1946 cuando Brand se unió al cuerpo médico del Christian Medical College & Hospital, en Vellore, India, un sanatorio donde se trataba a los enfermos de lepra. Lo primero que le llamó la atención fue que sus pacientes sólo perdieran dedos de la mano o del pie durante la noche. Decidió entonces investigar el porqué, sin vaticinar que la respuesta le llegaría casi de casualidad.

Estudio revela efectos positivos de la psilocibina en pacientes con depresión resistente

Estudio revela efectos positivos de la psilocibina en pacientes con depresión resistente.

 

Científicos lograron monitorear con escáneres efectos relevantes de la sustancia en pacientes con depresión resistente a tratamientos convencionales. 

 


Un estudio logró determinar por primera vez los efectos reales que tiene la psilocibina, sustancia propia de los hongos alucinógenos, en pacientes que padecen depresión.

La investigación realizada por científicos del Colegio Imperial de Londres y publicada por Scientific Reports monitoreó el efecto de la psilocibina en un pequeño grupo de pacientes con depresión en quienes el tratamiento convencional había fracasado.

Imhotep el primer medico

Imhotep, el primer médico

Al erudito egipcio que se convirtió el Dios se le puede atribuir el título del primer médico documentado de la historia. 

 

    Fue, en su tiempo, lo que hoy denominaríamos como un científico; médico, astrónomo y arquitecto egipcio. Habría nacido en Menfis, aproximadamente en el 2690 a.C. y murió en el 2910 a.C. Fue también una de las pocas personas notables que ha sido divinizada por más de una cultura. Se le atribuyen también amplios conocimientos en aritmética y geometría. Su nombre significa “el que viene en paz”.


   Obtuvo títulos de arquitecto y médico egipcio del rey Djeser o Zoser, de la III dinastía egipcia. Su origen era plebeyo y era hijo de un arquitecto. Llegó a alcanzar, gracias a su valía personal, un significativo puesto en la Corte real, y llegó a actuar como consejero personal del rey a plena satisfacción de aquél. Entre sus ostentosos títulos, tuvo además los de Canciller del Bajo Egipto, Príncipe real, Juez principal, Sumo sacerdote de Heliópolis, Jefe de los trabajos públicos, Carpintero y Albañil real. Cabe agregar también que, antes de él, nadie había tenido su nombre inscrito al lado del de un faraón.