jueves, 22 de mayo de 2014

Retículo Endoplasmático Rugoso

Retículo Endoplasmático Rugoso

Gatica V., Alvaro; Fuentes U., Ricardo; Gómez S., Daniela
Facultad de Medicina, Universidad Sán Sebastián

Parte 1 - Ver parte 2 

Introducción 

            Al interior de la célula, es posible encontrar un complejo sistema de membranas dispuestas en forma de sacos aplanados y túbulos que están interconectados entre sí compartiendo el mismo espacio interno, esto es el retículo endoplasmático. El retículo organiza sus membranas en regiones o dominios que realizan diferentes funciones, éstos dominios son el retículo endoplasmático liso (REL) y el retículo endoplasmático rugoso (RER). El presente trabajo tratará sobre éste último, abordando sus funciones, sus relaciones con otros organelos y su estructura.

            Su nombre es producto de la apariencia que le dan los ribosomas adosados a su membrana, y es ésta la característica que constituye la principal diferencia estructural entre éste y el retículo endoplasmático liso.

          Fue descubierto gracias a la incorporación de la microscopía electrónica, pero su estructura fue vista vagamente, luego con la llegada de la radio autografía y las técnicas de análisis cito químicas sus componentes fueron observados de manera acabada.

           La principal misión del retículo endoplasmático rugoso es la síntesis de proteínas que irán destinadas a diferentes lugares: el exterior celular, el interior de otros orgánulos que participan en la ruta vesicular, como los lisosomas, o que formarán parte integral de las membranas, tanto plasmática como de otros orgánulos de la ruta vesicular.

          Suele ser un organelo de gran tamaño, extendiéndose por toda la célula, llegando hasta las proximidades de la membrana plasmática, producto de su función de sintetizar proteínas,  se encuentra especialmente desarrollado en células secretoras. 



Estructura:

            Se caracteriza por organizarse en una trama de túbulos alargados o sacos aplanados y apilados, más o menos regulares en su forma, con numerosos ribosomas asociados a sus membranas. La cantidad de ribosomas asociados a sus membranas condiciona la forma de este orgánulo, de tal manera que cuando el número de ribosomas asociados aumenta los túbulos se expanden adoptando la forma de cisternas aplanadas, apiladas y paralelas, ocupando las regiones basales y laterales de la célula. No obstante, en células que no tienen este organoide muy desarrollado puede adquirir un aspecto de túbulos irregulares anastomosados.

           Las cisternas o sacos aplanados pueden tener un tamaño de 40 a 50 nm de espesor y vesículas de tamaño muy variable, desde 25 a 500 nm de diámetro. La luz o el interior de las cisternas pueden llegar a tener un ancho de entre 20 a 40 nm., dependiendo del espesor de las paredes.

           La membrana del RER es más delgada que la membrana plasmática. Mide unos 7 nm de espesor, frente a los 10 de la membrana plasmática. La bicapa lipídica mide 4 nm frente a los 5 nm de la plasmática. Esto es debido a que fosfolípidos de la membrana del retículo son más cortos y están menos saturados que los de la membrana plasmática. En cuanto a porcentaje de proteínas y lípidos, la membrana del RER tiene más proteínas y menos lípidos que la plasmática. Las membranas del RER tienen menos colesterol y menos glucolípidos (sobre todo esfingolípidos) y más fosfatidilcolina.

       Hay una asimetría en la distribución de las dos monocapas de manera que la membrana interna es más rica en fosfatidilcolina y en esfingomielina que la hemimembrana externa, que es más rica en fosfatidiletanolamina y en fosfatidilserina que la interna.

           En ocasiones, las membranas de las cisternas están prácticamente adosadas entre sí y dejan una cavidad casi virtual, pero con mayor frecuencia existe entre ellas un verdadero espacio. Esta cavidad puede hallarse sumamente distendida en las células con síntesis proteica muy activa. La porción glucídica de la membrana del RER están en contacto con la cara lumial.

Ribosomas:

         Los ribosomas están constantemente adheridos a la superficie externa de la membrana. Estos no se encuentran en forma individual, si no como polirribosomas, unidos por una molécula de ARNm., a modo de collar de perlas, a menudos formando figuras espirales o en roseta. Estos se unen con el retículo endoplasmático por su subunidad mayor (60S).

         Se han propuesto varios mecanismos para explicar la unión selectiva de los ribosomas al RER. Se halló que esta parte del retículo, cuando se le quitan los ribosomas, mantiene la capacidad de volver a fijarlos con gran afinidad, mientras que el REL carece de esta propiedad, la cual está relacionada con la presencia de 2 glucoproteínas, las riboforinas I y II.


Función:


            La principal misión del retículo endoplasmático rugoso es la síntesis de proteínas que irán destinadas a diferentes lugares: el exterior celular, el interior de otros orgánulos que participan en la ruta vesicular, como los lisosomas, o que formarán parte integral de las membranas, tanto plasmática como de otros orgánulos de la ruta vesicular. Además, el retículo endoplasmático rugoso tiene que sintetizar proteínas para sí mismo, denominadas proteínas residentes.

            Cualquier proteína que se secrete o que forme parte de los orgánulos o compartimentos de la ruta vesicular, excepto las mitocondriales, empieza su proceso de síntesis en el citosol, pero terminará en el interior de una cisterna del retículo o formando parte de sus membranas. El proceso comienza con la unión de los ARNm, localizados en el citosol, uniéndose en primer lugar a una subunidad pequeña ribosomal y posteriormente a una subunidad grande ribosomal para comenzar la traducción. La unión del ribosoma a la membrana del RER tiene lugar si la proteína que surge del ribosoma posee un segmento peptídico con la información apropiada denominado péptido señal. Normalmente, este péptido señal es el primer elemento en traducirse, y suele consistir en una secuencia de 20 a 30 aminoácidos situados en el extremo amino de la proteína. Las proteínas que se liberarán en la cavidad del RER poseen sólo está señal; en cambio, las que se insertarán en la membrana del organoide contienen, salvo excepciones, otras señales además del péptido señal. La cantidad de señales dependerá del número de veces que la proteína cruzará la bicapa lipídica de la membrana del organoide.

            Cualquiera sea el número y la localización de las señales, apenas el primer péptido señal  sale del ribosoma es reconocido por una molécula conocida como SRP (sequence recognizing particule) o partícula de reconocimiento de la señal, que es un complejo ribonucleoproteico formado por de 6 polipéptidos y una molécula de ARN de 7 nucleótidos denominada ARNpc (por pequeño citosólico; en inglés scRNA, por small cytosolic). La molécula de SRP reconoce al péptido señal y detiene el proceso de traducción para que la proteína no salga del ribosoma, ya que fuera del él esta se plegaria y no podría ingresar al RER. El complejo formado por ribosoma, ARNm, péptido señal más SRP difunde por el citosol hasta chocar con las membranas del retículo endoplasmático, a las cuales se une mediante la existencia de un receptor de membrana específico que reconoce al SRP. Esta unión insume energía, la cual es cedida por un GTP hidrolizado por una GTPasa presente en el receptor.

            Todo el complejo anterior interacciona con un translocador o translocón., que es una proteína integral que forma un canal o túnel por el cual penetra la cadena polipeptídica naciente hacia el interior de la cisterna del retículo endoplasmático. Cuando el ribosoma se une a su receptor, la PRS también se separa del suyo. Dado que la PRS se separa del péptido señal, se reanuda la síntesis proteica, cuyo extremo sale del ribosoma e ingresa al RER por medio del translocón. El translocón del RER se diferencia de los translocones de los otro organoides porque se asocia al receptor del ribosoma, con el que forma un complejo unificado.

            Como ya se había mencionado, las proteínas destinadas a la cavidad del RER poseen un solo péptido señal, localizado en el extremo amino. Debido a esto, el tramo de la molécula que primero ingresa en el translocón incluye al péptido señal inevitablemente. Este péptido señal permanecerá en el traslocón, y a causa de esto, cuando los tramos proteicos que se siguen ingresen a la cavidad, se doblarán en forma de horquilla. Luego, en virtud de que el péptido señal es escindido por una proteasa llamada peptidasa señal, el péptido se pierde y se genera en la proteína un nuevo grupo amino, que se profundiza en la cavidad. La síntesis continúa en el ribosoma por el incesante agregado de aminoácidos en su extremo carboxilo.

            Al término de la síntesis, la proteína se libera en la cavidad del RER, y según la proteína, permanecerá en el retículo o se dirigirá, mediante vesículas transportadoras, al complejo de Golgi, donde residirá de forma permanente o se transferirá, también por medio de vesículas transportadoras, a un endosoma o a la membrana plasmática, en el último caso para su secreción.

            Las proteínas destinadas a la membrana del RER, poseen más de una señal, y se insertan en la membrana por alguno de los siguientes mecanismos: (salvo excepciones)

1) Si la proteína posee sólo una señal de anclaje (además del péptido señal), esta se ancla a la bicapa lipídica y el péptido señal es escindido por la peptidasa señal. Como consecuencia, se forma una proteína transmembranosa monopaso (cruza la bicapa una sola vez), con el extremo amino dirigido hacia la cavidad del RER y el extremo carboxilo hacia el lado citosólico; no obstante, alguna pueden estar orientadas al revés. En este último caso la proteína en formación sólo posee un péptido señal, que no está ubicado en el extremo amino si no cerca de él. El péptido señal no puede ser escindido por la peptidasa señal debido a la posición interna de la cadena proteica
2) La formación de una proteína transmembranosa bipaso requiere de un péptido señal situado cerca del extremo amino y de una señal adicional. Dada la posición interna de la cadena proteica, el péptido señal no es afectado por la peptidasa señal, por lo que se comporta como una señal de anclaje y queda retenido en la bicapa lipídica.
3) La formación de una proteína transmembranosa multipaso necesita, además del péptido señal, de un número variable de señales adicionales, tantas (menos una) como sean las veces que la proteína debe atravesar la membrana.

            De acuerdo con la naturaleza de la proteína, esta permanecerá en la membrana del RER o pasará a la membrana de otro organoide del sistema endomembranoso o a la membrana plasmática. Aun así, cualquiera que sea su destino, la proteína tendrá la misma orientación que poseía cuando se hallaba en la membrana del RER.

            Algunas proteínas pueden quedar retenidas en la membrana plasmáticas o también ser secretadas; por ejemplo, la inmunoglobulina producida por el linfocito B primero actúa como un receptor membranoso y luego se secreta (es decir, se convierte en un anticuerpo). En ambos pasos la molécula es prácticamente idéntica, salvo el hecho de que en el primero posee un segmento adicional que la mantiene fija a la membrana. Este segmento corresponde a una señal de anclaje cercana al extremo carboxilo de la proteína, inexistente en la inmunoglobulina que se secreta.

           Como exceción a la regla y de todo lo anterior mente explicado, existen polipéptidos, generalmente de tamaño muy pequeño, que ingresan en el RER a pesar de ser fabricados por ribosomas libres en el citosol. Se incorporan a través de túneles constituidos por proteínas transportadoras de la familia ABC, presentes normalmente en la membrana de este organoide.

sintesis de proteinas

Chaperonas:

            En el retículo endoplasmático se produce un control de la calidad de las proteínas sintetizadas, de modo que aquellas que tienen defectos son sacadas al citosol y eliminadas. Existen unas proteínas denominadas chaperonas que juegan un papel esencial en el plegamiento y maduración de las proteínas recién sintetizadas. Son ellas las que evitan el plegamiento prematuro o incorrecto de las proteínas ingresadas al RER. Por añadidura, reconocen en ellas tramos incorrectamente plegados y los asisten para que se plieguen bien. Las chaperonas que contiene el RER son del tipo hsp70, similares a las contenidas en el citosol.

            Si las chaperonas no logran su cometido, las proteínas mal plegadas pasan del RER al citosol después de atravesar el translocón que usaron para ingresar en el organoide. Este proceso recibe el nombre de retrotranslocación. En el citoplasma estas proteínas se conjugan con ubiquitinas y son degradadas por proteasomas.

               Las proteínas que se pliegan de forma inadecuada son degradadas en un proceso conocido como UPR (Unfolded Protein Response) o respuesta a proteínas mal plegadas. Fallos en esta respuesta pueden causar el acúmulo de proteínas anómalas en el interior del retículo que puede producir el llamado “estrés del retículo endoplásmico”.
          Otras proteínas con dominios tipo lectina, reconocen determinados azúcares y comprueban la adición correcta de glúcidos. 




Comienzo de síntesis de oligosacáridos:


            La mayoría de las proteínas que ingresan en el sistema de endomembranas incorporan oligosacáridos a sus moléculas, de modo que se convierten en glicoproteínas. Estos oligosacáridos se unen a las proteínas mediante enlaces N-glicosídicos y O-glicosídicos. La síntesis de los oligosacáridos que se unen mediante enlances N-glicosidicos comienza en el RER y concluye en el complejo de Golgi. En ella participan enzimas llamadas glicosiltransferasas, que toman monosacáridos de moléculas donantes y los transfieren a la cadena oligosacárida en crecimiento.
            Las proteínas que se sintetizan en los ribosomas adosados a la membrana del retículo endoplasmático son modificadas conforme van siendo sintetizadas:
A) Hay una glucosilación (N-glucosilación) de los aminoácidos asparragina. Éstos recibirán un complejo de 14 azúcares en su radical, que son transferidos desde un lípido embebido en la membrana denominado dolicol fosfato, perdiéndose algunos de estos azúcares en procesos posteriores.
    B) Se da hidroxilación sólo en algunas proteínas, sobre todo en aquellas que van a formar parte de la matriz extracelular. Aquí se hidroxilan los aminoácidos prolina y lisina, dando hidroxiprolina e hidroxilisina, que formarán parte del colágeno.
     C) Algunas proteínas asociadas a la membrana plasmática están unidas covalentemente a lípidos de la membrana, esta unión también se produce en este compartimento.
     No se conocen los mecanismos regulatorios que llevan a las glicoproteínas a experimente una clase de procedimiento de glucosidación u otro.

           Como dijimos, las proteínas que se sintetizan en el retículo endoplasmático terminan en varios posibles destinos: en el exterior celular mediante un proceso de secreción, el interior o en la membrana de alguno de los compartimentos de la ruta vesicular como el aparato de Golgi, los endosomas o los lisosomas. Sin embargo, algunas tienen su función en el propio retículo endoplasmático, son las denominadas proteínas residentes. Hemos nombrado algunas como las chaperonas, ciertas glusosidasas, el receptor para el SRP, el propio translocador, etc. Para ser retenidas en el retículo deben poseer una secuencia de cuatro aminoácidos concretos localizados en el extremo carboxilo (-COOH).



Relaciones con otro organoides:


Retículo endoplasmático liso:         

            Al existir una conexión entre la membrana interna del RER y del REL, la luz del retículo endoplasmático rugoso se continua con el espacio perinuclear y con la luz del retículo endoplasmático liso, cuyas cisternas son tubulares, por lo tanto, éstos dos organeros tienen una conexión más bien física.


Aparato de Golgi:

            El aparto de Golgi, por su parte,  forma un sistema de membrana separado. La comunicación entre el RER y el aparato de Golgi esta mediada por pequeñas vesículas del retículo endoplasmático rugoso, las cuales contienen las proteínas sintetizadas en él. Estas vesículas se rompen, se  mueven por el citosol  y se funden con la membrana del aparato de Golgi; son las denominadas vesículas de transporte, que son producto de la evaginación de la membrana del RER y están revestidas por una proteína específica; la COP II. Cabe destacar que existen otras vesículas, denominadas vesículas de transferencia, las cuales también tienen una proteína específica; la COP I, y que permite el transporte de proteínas desde el aparato de Golgi al RER, así como el desplazamiento de las vesículas entre las cisternas de éste último.


Núcleo:

            El núcleo es el organelo más voluminoso de las células eucariontes y está delimitado por la envoltura nuclear. Esta envoltura está formada por dos membranas concéntricas que están perforadas por complejos de poro nuclear. A pesar de que la membrana nuclear interna y la externa son un continuo, presentan una composición proteica diferente. La membrana nuclear interna está rodeada por la membrana nuclear externa, que es continua con la membrana del RE, y está tapizada por ribosomas que realizan síntesis de proteínas. Las proteínas producidas por estos ribosomas son transportadas al espacio que queda entre las membranas nuclear interna y externa (el espacio perinuclear), el cual, a su vez, es continuo con la luz del RE. Es importante mencionar que la envoltura nuclear posee poros, y es a través de ellos por donde pasa ARN mensajero(ARNm) (que es el que lleva el mensaje para la síntesis proteica) desde el núcleo al retículo endoplasmático rugoso.


Ribosomas:

            Como se especificó anteriormente, los ribosomas se adhieren a la membrana por la subunidad mayor, en esta unión intervienen unas glucoproteínas transmembrana llamadas riboforinas. Los ribosomas se pueden encontrar adheridos como polirribosomas, es decir, agrupados formando diferentes formas en el espacio, siendo las más comunes el collar de perlas y en roseta.





Bibliografía
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